EN CHINA, SI SE MUEVE, SE PUEDE COMER.
Acababa de llegar a Beijing después de un pesadísimo vuelo desde Moscú. Un jetlag muy cañón me tenía postrado en la cama de mi hotel en calidad de bulto.
Era mi primera vez en el lejano Oriente. Me di cuenta que esta milenaria y enigmática ciudad estaba esperando a ser descubierta al otro lado de la puerta de mi cuarto. Con todas mis fuerzas me levanté y salí a perderme en el calor de verano y en la impresionante Beijing, capital del país mas poblado del planeta.
Primer parada: el Mercado Wangfujing, del cual había oído algunos mitos increíbles.
En teoría estaba cerca de mi hotel (según mi mapa y yo).
Beijing es una ciudad enorme, como el DF. Yo estaba acostumbrado a la escala europea y distancias cortas (después de vivir muchos años ahí). Recorrer las 'pocas calles' a las que estaba (según yo) este mercado me tomó una hora bajo un calor aplastante.
Llegué. Y después tanta caminata y el jetlag me moría de hambre.
Me habían contado que vendían cosas muy raras (léase "insectos") para comer ahí.
Pero no creí lo que encontré...
En nuestro México se comen gusanos de maguey y grillos con chile, y no saben nada mal.
Creí que nada me podía sorprender. En mi país se comen algunos insectos también.
Estaba en un gran error.
Caí en shock en el momento en que entré en el famoso mercado de Wangfujing.
No solo comían grillos y gusanos, sino que cualquier criatura que pudiera imaginar:
- Caballitos de mar.
- Lagartos voladores enteros (y muchos otros tipos de lagartos)
- Tarantulas (y otros 2 o 3 tipos de arañas).
- Grillos, saltamontes y mangostas.
- Escorpiones y alacranes.
- Palomas enteras (sí, palomas. No palomitas).
- Peces enteros en brochetas.
- Cienpiés.
- Estrellas de mar.
- Serpientes.
- Calamares enteros.
- Capullos.
- Pollos enteros.
- Ranas y sapos.
- Algunos mariscos imposibles de identificar.
- Y por suerte también cosas más comunes, como carne de res y pollo.
China, un país lejano y aislado del resto del mundo durante la mayor parte de su historia, es verdaderamente un país impactante.
Hay que imaginarlo más bien como un continente. 1300 millones de habitantes (equivalente a la población de America del Norte, Sudamérica, Oceanía y Medio Oriente, o si prefieren, unas 10 veces la población de México). Mucha, mucha gente.
También tiene un territorio inmenso. Es el tercer país más grande del mundo, que tiene más de 4 veces el tamaño de México. Imagínense.
Lo mejor de China, es que es otro mundo. Su gente tiene un estilo de vida totalmente diferente al 'nuestro' (Occidentales y Latinos). Su cultura es radicalmente diferente, y eso es fascinante. Aquí las diferencias culturales son gigantes y abundantes; se pueden ver en cada uno de los aspectos de la vida. Raro es el occidental que logra integrarse realmente en una sociedad China.
Las diferencias de cultura se ven hasta en lo más elemental, la comida: qué se come y cómo se come.
El concepto de cubiertos no existe en China, ni en Oriente en general. Ahí se come con palillos. Esto no es mucha novedad, pero ilustra a qué punto somos diferentes.
Otra cosa es que en China, aparte de comer literalmente de todo, la gente se come todo entero.
Si pides pescado o pollo en un restaurante típico, lo más probable es que te sirvan el animal entero (esto es con la cabeza, las patas, huesos, etc.). Algo que en Occidente no se vé.
Una vez en Shanghai, después de haber salido de fiesta, pasé a un changarro en alguna calle a cenar. Pedí en mi Mandarín mediocre un consomé de pollo, ya que todo lo demás incluía pescado entero.
Ya me había comido la mitad cuando me di cuenta que había un pedazo de forma extraña en la sopa, algo que no encuentras normalmente en un consomé. Después de observar mi plato un rato me di cuenta que la cabeza y las patas del pollo también venían en la sopa.
Estas diferencias no son buenas ni malas, mucho menos 'asquerosas'. Son sólo diferentes.
Cada cultura es una manera diferente de entender la vida, y las diferencias culturales son muy reales y existen en cada uno de los lugares a los que vamos, llámense Cuernavaca o China.
Si intentamos de entenderlas, experimentarlas y respetarlas, aprendemos más de nuestra propia manera de vivir. Eso te hace crecer, y eso es lo mágico de viajar.
China es un país maravilloso, increíblemente diverso y rico. Viaja por ahí. No importa a qué ciudad. Vas a estar continuamente sorprendido por lo que vas a ver.
De verdad que es otro mundo.
Quedan pendientes mas posts de China.
Por favor, linea la página FB de mi blog: www.facebook.com/roraroundtheworld
Gracias por leer!
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